26 dic 2012

La vida es un viaje, no un destino.


El siguiente es un ensayo del poeta y ensayista estadounidense Robert J. Hastings, que captura la esencia de los pequeños placeres de la vida, y que quiero presentarles como introducción al post de hoy.

En algún lugar de nuestro subconsciente guardamos una visión idílica. Nos vemos viajando en tren a lo largo del continente. Tomamos un trago, admirando el paisaje a través de nuestra ventana, viendo los carros pasar por la carretera; a niños agitando los brazos en señal de saludo al paso de algún pueblo; al ganado pastando en una ladera distante; el humo que proviene de alguna planta eléctrica; hileras y más hileras de maíz y trigo, llanos y valles, y en el horizonte, aldeas y ciudades. 

Pero lo más importante en nuestro subconsciente, es el destino final. A alguna hora de algún día llegaremos a la estación. Bandas estarán tocando y banderas flameando. Cuando hayamos llegado muchos sueños maravillosos se harán realidad y los fragmentos de nuestra vida encajarán como un rompecabezas. Cuán inquietos paseamos por los pasillos, maldiciendo los minutos perdidos, esperando, esperando, esperando la estación. 

"Cuando llegue a la estación, por fin será". Decimos. "Cuando cumpla 18". "Cuando compre un Mercedes Benz". "Cuando mi último hijo acabe el colegio". "Cuando pague la hipoteca". "Cuando me asciendan en el trabajo". "Cuando me jubile... entonces seré feliz por y para siempre." 

Tarde o temprano debemos darnos cuenta de que no hay tal estación, ningún destino a donde llegar de una vez por todas. La verdadera alegría de la vida es el viaje. La estación es sólo un sueño, que constantemente nos gana en el horizonte. 

Vivir el momento es una buena consigna, especialmente si la complementamos con el salmo 118:24: “Este es el día que hizo el Señor, día en el que me alegro y regocijo”. 

No es la carga del hoy lo que vuelve a muchos hombres infelices. Es el resentimiento del ayer y el miedo del mañana. Resentimiento y miedo son ladrones gemelos que nos roban el hoy. 

Por eso, deja de recorrer los pasillos y de contar las millas. Mejor, escala más montañas, toma más helado, camina descalzo más de seguido, nada en más ríos, contempla más puestas de sol, ríe más, llora menos. La vida debe ser vivida en pleno viaje. La estación llegará pronto.


"Life is a journey not a destination".

11 dic 2012

Visión Caleidoscopio


El verano estalla en una explosión de estampados creativos; florales, tribales, psicodélicos, barrocos y hasta digitales, emergen para dar vida y llenar de color la atmósfera estival.